POEMA 6

Matilde, años o días dormidos, afiebrados, aquí o allá, clavando rompiendo el espinazo, sangrando sangre verdadera, despertando tal vez o perdido, dormido: camas clínicas, ventanas extranjeras, vestidos blancos de las sigilosas, la torpeza en los pies. Luego estos viajes y el mío mar de nuevo: tu cabeza en la cabecera, tus manos voladoras en la luz, en mi luz, sobre mi tierra. Fue tan bello vivir cuando vivías! El mundo es más azul y más terrestre de noche, cuando duermo enorme, adentro de tus breves manos.

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